La turmalina, cuyo nombre significa mezcla de colores en cingalés, es un mineral que cuenta con unas características realmente curiosas. De hecho, existen empresas que se dedican a crear tejidos en turmalina para eliminar el estrés y garantizar el descanso.
La turmalina a través de los siglos
Hace más de 2.300 años que el filósofo griego Teofrasto, encargado del estudio de la física y la biología, se fijó en esta piedra que cuenta con la capacidad de atraer la paja y cenizas cuando se calientan gracias a sus propiedades piroeléctricas. Los colores de la turmalina comprenden un amplio abanico de tonos, aunque las que tienen más valor son las que se presentan en tonalidades verdes. Pero lo cierto es que sus colores van desde el negro hasta el rosado, pasando por distintos tonos de azules, amarillos, etc.
Asimismo, existen turmalinas con combinaciones de colores en una misma piedra, como la variedad conocida como watermelon que presenta colores verdes y rosados similares a los de una sandía. Incluso se pueden encontrar en combinaciones de tres colores. Aunque la más extraña es la variedad paraíba que tiene un color azul neón intenso y que está considerada, junto con las tanzanitas, como el descubrimiento gemológico más impresionante del siglo XX. Pero en su belleza exterior no acaba todo. De hecho, la turmalina tiene grandes propiedades medicinales. Desde hace muchos años trata síntomas relacionados con la ansiedad e incluso se les colgaba a los bebés al cuello para calmar su llanto.