El desarrollo de los tejidos biocerámicos es un avance de la industria aeroespacial que ha acabado por mejorar la vida diaria de la gente. Los científicos de la NASA fueron en su día los primeros en utilizarlos a finales del siglo pasado con el objetivo de recubrir los transbordadores internamente, así como para minimizar los daños que pueden provocar las radiaciones externas. Hoy en día, son cada vez más las empresas que los usan para diseñar prendas que ayudan a mejorar el rendimiento en el deporte.
Las propiedades de los tejidos biocerámicos
En la actualidad, son varias las compañías que comercializan prendas deportivas muy avanzadas, tecnológicamente hablando. Para confeccionarlas emplean tejidos biocerámicos, los cuales reabsorben los rayos infrarrojos de larga distancia que el propio cuerpo emite. De esta manera se mejora la oxigenación de la sangre. Además, es un proceso que repercute de manera positiva en la velocidad de recuperación de los músculos y en el rendimiento físico.
Los tejidos biocerámicos ayudan a que las células del cuerpo absorban mucho más rápidamente las partículas de agua, elemento que se emplea para arrastrar los desechos. Dicha aceleración se debe a que los rayos infrarrojos que se emiten naturalmente al actuar junto con este tipo de tejido hacen que las moléculas acuosas se estabilicen haciendo que penetren en las células mejor y que el cuerpo sea capaz de eliminar ciertas sustancias como el ácido úrico o láctico antes. De hecho, son prendas que además de ayudar a oxigenar mejor el cuerpo, puesto que son transpirables, inciden en el metabolismo celular de manera positiva.