El estrés laboral es uno de los mayores problemas de salud al que se enfrentan muchas personas en su vida diaria. Gestionarlo y prevenirlo es fundamental para mantener un buen estado de salud, tanto a nivel físico como mental. Además, utilizar tejidos antiestrés puede ayudar a obtener el máximo bienestar.
¿En qué consiste el estrés laboral?
El estrés es una reacción fisiológica de las personas ante una situación que es percibida como una amenaza, produciendo una sobrecarga de tensión sobre el organismo y derivando en diferentes enfermedades o alteraciones de la salud.
En el ámbito laboral, el estrés viene provocado por la necesidad de enfrentarse a diferentes exigencias ocupacionales, que no son correspondidas con las habilidades, destrezas o conocimientos del individuo. A esta situación el trabajador puede responder de diferentes maneras:
- Reacciones fisiológicas: Sudoración, aumento del ritmo cardíaco y/o presión sanguínea, aumento de la tensión muscular y respiración superficial más frecuente.
- Reacciones conductuales: Disminuye la productividad, mayor predisposición a cometer errores, mayor consumo de tabaco o alcohol, etcétera.
- Reacciones cognitivas: Reducción del campo de percepción, menor capacidad para solucionar problemas, pensamientos menos efectivos, etcétera.
- Reacciones emocionales: Ansiedad, irritabilidad, miedo y desmotivación.
¿Cómo prevenirlo?
Para prevenir el estrés es aconsejable hacer uso de tejidos antiestrés pero también tener en cuenta una serie de consideraciones básicas, entre las que podemos destacar las siguientes:
- Dar mayor importancia a las prioridades propias que a las de los demás.
- Evitar comer directamente en la mesa de trabajo ni saltarse comidas.
- Programar descansos entre las actividades.
- Dar mayor importancia al tiempo en familia.
- Disfrutar de diferentes actividades de interés.