Las nanotecnologías han conseguido promover la evolución de la industria textil y con ello, su expansión y renovación en el mercado. Algunas de las propiedades que se han incorporado en las telas gracias a las mismas, está el carácter hidrofóbico, el confort térmico, la resistencia mecánica, el carácter antiestático y una de las más importantes hoy en día, la capacidad de fabricar tejido anti covid.
¿Cómo se constituye un tejido antiviral?
La estrategia que más éxito ha tenido hasta el momento es la de confeccionar tejidos que contengan fibras sintéticas o naturales, unidas mediante filamentos de plata o cobre. Estos dos elementos químicos son los más usados y más aprovechados por los seres humanos. En la actualidad, la capacidad que más sirve es la de oxidarse en presencia de oxígeno. Cuando esto sucede, tanto el cobre como la plata adquieren carga eléctrica para transformarse en un ion.
Tanto los virus como las bacterias y hongos tienen membranas compuestas por lípidos y proteínas mayoritariamente, que a su vez contienen otros compuestos como el ARN y el ADN que también tienen una determinada densidad o carga eléctrica. Cuando los iones de plata o de cobre entran en contacto con los virus, bacterias u hongos, se atraviesan las membranas y se genera un desequilibrio eléctrico que termina en la ruptura de las estructuras químicas y por consiguiente, en la destrucción de los microbios. Con base en este fundamento biológico y químico se confeccionan los tejidos anti covid.