Aunque hoy en día podemos
encontrar infinidad de propuestas como los tejidos
turmalina, lo cierto es que cuando
se descubrió esta piedra no existían tantos adelantos como para la confección
de estos tejidos tan importantes y beneficiosos para nuestro organismo. En un
principio se consideraron piedras decorativas y no se les daba más uso que ese.
El descubrimiento de la turmalina
La turmalina se encontró hace mucho tiempo en diferentes puntos del mundo, como por ejemplo los montes Urales en Rusia, en África y algunos países de Europa, pero donde se hicieron los descubrimientos más importantes fue en el continente americano.
Las piedras de calidad gema fueron descubiertas a principios del siglo XIX en estados Unidos, convirtiendo a este país en el primer productor de turmalina de aquel momento. Con la llegada de la fiebre del oro y las explotaciones mineras se descubrió la turmalina rosa.
También se descubrieron yacimientos de gran importancia de este mineral en Brasil y en la década de los ochenta, en el estado brasileño de Paraiba, se hayaron turmalinas de color azul eléctrico. Por otro lado, en Tanzania se descubrió lo que se conoce como cromo turmalina, con un color verde impresionante producido por la presencia del cromo, el mismo mineral que da color a la esmeralda.
Desde que la turmalina dejase de ser considerada únicamente como una piedra decorativa, se comenzaron a estudiar los beneficios que tiene, resultando muy positivos para el organismo. Ello, sumado a la tecnología actual, ha hecho que se puedan crear tejidos o incluso colchones que proporcionan un bienestar comprobado.