La turmalina es un mineral que posee un gran número de
propiedades piezoeléctricas. Esto sucede cuando se calienta y gracias a ello se
producen diferentes procesos que resultan muy beneficiosos para nuestro
organismo, por eso tienen tanto éxito los productos hechos con tejidos turmalina.
Es necesario recordar que el cuerpo de cada persona reacciona a las cargas positivas que genera este mineral, algo que permite restaurar el equilibrio de energía de en el cuerpo y también estimular la circulación de la sangre.
La turmalina y sus fantásticas propiedades
Este material emite calor infrarrojo así como iones negativos y un campo magnético que activa las células y equilibra la bioelectricidad en el organismo. Son resultados que no se pueden conseguir con ninguna otra clase de mineral que se conozca hasta el momento.
Debido a la interacción que tiene con la sangre y los diferentes procesos, los músculos lisos de los órganos internos se relajan, produciendo una sensación muy placentera. También mejora notablemente la elasticidad de los vasos sanguíneos, la linfa y también la circulación de la sangre.
Podría decirse que es el único mineral conocido por el hombre que cuenta con una carga eléctrica constante y cuando se calienta crea un campo magnético débil que hace que emita iones negativos que actúan sobre el organismo de manera muy beneficiosa.
Cuando las ondas infrarrojas que emite este mineral penetran en la piel, llegan hasta las moléculas de agua y el resultado es un efecto térmico, provocando un pequeño aumento de la temperatura de los tejidos, que los hace más flexibles, aumentando un mejor rendimiento en todo el cuerpo y haciendo que la persona sienta un gran bienestar durante el día.